Marco Montes, segundo entrenador del Estudiantes, se enfrenta en mitad de un partido al primer entrenador y lo empuja contra el banquillo. Poco después, borracho, choca contra la policía y es detenido. Tras un juicio rápido en el que es condenado a 18 meses de cárcel -conmutables por servicios a la comunidad-, es despedido del equipo.